29 feb 2012

El Aceite de Oliva Virgen, las nueces y el vino ayudan a prevenir la demencia.

Otro caso más de que la Dieta Mediterránea es un ejemplo a seguir.

(c) Fotolia.


Artículo publicado en ABC el 28/02/2012.



El consumo elevado de alimentos ricos en polifenoles como el aceite de oliva virgen, las nueces y el vino mejoran la función cognitiva y previenen de enfermedades neurodegenerativascomo el alzhéimer, según un estudio liderado por expertos del Hospital Clínic de Barcelona.

La investigación, publicada en el Journal of Alzheimer's Disease, vincula «el consumo de alimentos con polifenoles y los niveles de esta sustancia en la orina con el comportamiento de la memoria», ha explicado uno de los firmantes del artículo, Emili Ros.

Según este especialista del Clínic, es recomendable, tanto para la salud cardiovascular como para la cerebral, generalizar el uso del aceite de oliva virgen en los platos, consumir entre cuatro y siete nueces diarias y beber dos copas de vino, en el caso de los hombres, y una para las mujeres cada día.

La investigación se ha realizado en una primera fase con 447 participantes sin enfermedades vasculares pero con alto riesgo cardiovascular, con edades entre los 55 y los 80 años y que no seguían una dieta concreta.

Actividad cerebral
Los investigadores han sometido a los participantes a una serie de pruebas neuropsicológicas para estudiar su actividad cerebral, al tiempo que se les ha analizado la orina como marcador de ingesta de polifenoles, que es una sustancia antioxidante. «La novedad es que hemos podido establecer variables sobre qué parte de la función cognitiva potencia cada alimento», ha destacado Ros, jefe de la Unidad de Lípidos del Clínic.
Así, el consumo de aceite de oliva, en concreto el virgen, se asocia a mejores puntuaciones en pruebas de memoria verbal, la ingesta de nueces con mejor memoria de trabajo y el consumo moderado de vino con mejor función cognitiva global.

En una segunda fase, cuyos resultados se publicarán en un año, los investigadores del Clínic analizarán de nuevo a los participantes después de aplicarles una dieta concreta para ver la evolución respecto a sus patrones de alimentación anteriores.

La investigación, liderada por Cinta Valls-Pedret, de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic de Barcelona, forma parte de un ensayo clínico multicéntrico sobre los efectos preventivos de la dieta mediterránea en el que participan 7.447 sujetos entre 55 y 80 años, sin enfermedad vascular previa pero de alto riesgo cardiovascular. Diversos estudios epidemiológicos sugieren que alimentos como las frutas, las verduras o el pescado, así como nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados, la vitamina B y los antioxidantes pueden proteger del declive cognitivo asociado a la edad y a la enfermedad de alzhéimer.


El presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Lluís Serra-Majem, se ha felicitado de que la evidencia en torno a los beneficios de la dieta mediterránea crezca «día a día» y de que cada vez sean más las patologías que se benefician de este patrón alimentario tan saludable.

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